La creatividad como fundamento de la construcción: etimología, concepto e importancia
La creatividad constituye el punto de partida esencial para la materialización de cualquier proyecto, independientemente de su escala o disciplina. Entender sus orígenes conceptuales y su papel en los procesos constructivos permite dimensionar su valor como recurso estratégico en la práctica profesional.
Etimología de la palabra creatividad
El término creatividad proviene del verbo latino creare, que significa ‘engendrar’, ‘producir’ o ‘dar existencia’. Esta raíz conecta con la idea de generar algo nuevo a partir de elementos preexistentes o inéditos. El sufijo -idad indica cualidad, por lo que creatividad se define literalmente como “la cualidad de crear” o “la capacidad de producir”.
La palabra comenzó a tomar relevancia en el ámbito académico y técnico durante el siglo XX, especialmente en estudios de psicología, pedagogía e innovación industrial, donde se entendió como una habilidad cognitiva distintiva para generar soluciones originales.
Concepto técnico de creatividad
Desde un punto de vista técnico, la creatividad puede definirse como el proceso cognitivo mediante el cual se originan ideas, conceptos, diseños o soluciones que son tanto novedosos como funcionales dentro de un contexto específico. Este proceso implica la combinación de pensamiento divergente (exploración de múltiples posibilidades) y pensamiento convergente (selección de opciones viables), apoyados por conocimientos disciplinares, experiencia práctica y metodologías estructuradas.
En los entornos de desarrollo de proyectos, la creatividad es un recurso no lineal: no se limita a las fases iniciales de ideación, sino que interviene de manera transversal a lo largo del ciclo de vida del proyecto, especialmente en momentos de resolución de problemas, adaptación a nuevas condiciones y optimización de procesos.